¿Y será que algún día le haremos caso al tan popular dicho de que la apariencia engaña? en días pasado me toco participar en una dinámica para fomentar el trabajo en equipo ‘‘La dinámica de la manzana’’, consistía en un grupo llevar manzanas verdes y otras personas rojas, como de costumbre en los angelitos (o amigo secreto como dicen los ecuatorianos) revelar en eso momento a quien nos tocaba y junto con el intercambio de frutas hacer reconocimiento en público de las virtudes de esa persona.
La asignación la teníamos desde hacía varios días, pero como buena dominicana yo la deje para comprar el día antes (si, lo sé! Tengo que trabajar la procrastinación), en la tarde me topé con un frutero, como es la época de navidad, por supuesto tenia manzanas de diferentes colores, pero dije naaaa mejor en el super, es más confiable
En la noche voy en pos de mi fruta y cuando llego al supermercado me encuentro que todas las manzanas están pequeñitas , una amiga me había dicho que también iba a lo mismo, por lo que se me ocurrió llamarla y pedirle el favor, suena el teléfono y no contesta y ahora qué hago? sigo mirando, veo las manzanas amarillas, las peras , las guayabas (pensando en cambiar mi fruta, pero entonces pensé: déjame comprar lo que se me asigno y dejar la creatividad), pues me lleve mi mini manzana y para compensar el intercambio compre una manzana roja que era perfecta, la típica manzana de dibujos y grandota.
Por alguna razón no pude participar en la dinámica y termine comiéndome mis dos manzanas, para no agregar más líneas al post, el fin es, que la manzana que en un momento desprecie por pequeñita y medio maltratada estaba dulce con una textura súper agradable mientras que la roja frondosa, al partirla estaba fofa y oxidada, así que una vez más mi gente hermosa, no nos dejemos engañar de la apariencia, todas las personas tenemos algo lindo que dar, aunque por fuera parezcamos gruñones, odiosos, o pocos simpáticos, dejemos de juzgar las fragancias por el empaque y empecemos a cultivar las buenas relaciones.
¡Un abrazo!
Dra Sory